sábado, 28 de marzo de 2009

Bisonte cueva de Altamira

Bisonte, Cueva de Altamira, Magdaleniense,

Santillana del Mar, Cantabria

· Es una pintura del Paleolítico Superior, está en la cueva de Altamira (Cantabria).

· Pertenece a la escuela franconcantábrica, características:

ü No aparece la figura humana, que es el tema más representado de la escuela Levantina

ü Utilizan la policromía, con tonos ocre, negro, rojo y amarillo. El contorno esta delineado por un trazo negro muy marcado, y el interior coloreado en los demás tonos.

ü La pintura se encuentra en lo más escondido de la cueva, en la Levantina aparecen en el exterior en sitios con mucha luz.

ü Se aprovechan los salientes de las rocas para dar sensación de volumen y movimiento.

ü Son figuras del gran tamaño representadas de forma individual.

ü Representa la figura de un bisonte. Esta pintado al fresco, en una de las paredes de la cueva.

ü Es una imagen llena de vida y de naturalismo, realizadas con gran detalle.

ü Esta pintura refleja un conocimiento directo de los animales.

ü El significado de este arte está ligado contexto social: etapa cazadora- recolectora.

ü Es un arte realista, ya que el hombre pinta lo que ve, y tiene connotaciones religiosas.

ü La cueva está considerada como “la Capilla Sixtina” del arte prehistórico.


jueves, 12 de febrero de 2009

Ábside de San Clemente de Tahull, Lérida, siglo XII.

Ábside de San Clemente de Tahull, Lérida, siglo XII.


Pintura mural de tema religioso.

Pertenece al período Románico español del siglo XII.

Se trata de una pintura mural al fresco que decora la bóveda de un ábside de una iglesia.

Representa a “Cristo en Majestad” sentado y rodeado por una mandorla. Viste túnica y manto que le cubre los hombros; la mano derecha levantada vuelve su palma hacia el espectador y los dedos índice, anular y pulgar los tiene rectos; el corazón y el meñique se doblan (convencionalismo para indicar bendición). En la mano izquierda sostiene, apoyándolo en su rodilla, un libro abierto.

Sobre la banda azul, cuatro círculos, dos a cada lado de Cristo encierran un león y un toro. En los registros superiores se recortan dos ángeles, el de la derecha lleva un libro y el de la izquierda un águila.

El color cubre los espacios entre líneas con tonalidades cálidas. Son colores planos, sin modelado y con alto contenido simbólico. No hay estudio de la luz y por tanto no produce contrastes.

No hay interés por el espacio tridimensional, ni perspectiva ni contexto espacial pero sí tiene un contenido iconográfico que divide la escena por zonas de mayor o menor importancia. La composición es clara y sencilla, muy jerárquica. Establece un eje de simetría a través del centro de Cristo y de su mandorla y pasa por la ventana inferior. Hay los mismos personajes a un lado y otro. El espacio principal se reserva para el Pantocrátor, luego el tetramorfos y luego, más abajo para la Virgen y los Santos.

Las formas de expresión son antinaturalistas, con poses muy estudiadas y expresiones serias, sin individualidad ni humanidad, anatomías y rasgos parecidos, ropajes y actitudes muy estilizados.

La Iglesia de San Clemente de Tahull, junto con la de Santa María, constituye uno de los conjuntos pictóricos mejor conservados de la pintura románica en la Península Ibérica. En 1934, todo el ábside fue trasladado al Museo de Arte de Cataluña


Frontal de Santa María de Avia, siglo XII

Frontal de Santa María de Avia, siglo XII



Pintura sobre tabla de tema religioso.

Pertenece al período Románico español de finales del siglo XII.

Es una pintura sobre tabla atribuida al maestro de Avia que muestra a “María en Majestad” en el centro, rodeada de escenas de su vida.

Se trata de un frontal de altar dedicado a la Virgen María dividido en 5 espacios separados y encuadrados.

El estilo utilizado por el maestro corresponde ya a una pintura algo más desarrollada que la estrictamente románica, relacionándose con un denominado estilo bizantino o italo-bizantino, caracterizado por la ausencia de hieratismo en algunas figuras o la no simetría en las composiciones detalladas.

Los colores predominantes son el rojo y el azul oscuro, los verdes o amarillos aparecen como secundarios.

La figura de la virgen aparece sentada de frente, vestida con túnicas de color rojo y azules con motivos florales, vestiduras y el niño Jesús aparece sentado en su regazo situado de costado mirando hacia su lado derecho, con su mano derecha realizando un gesto parecido al de la bendición. La situación ladeada hacia la derecha del niño Jesús muestra ya un trazo de evolución en el hieratismo predominante de la pintura románica del siglo XII.

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